Depresión en adolescentes



La adolescencia es un período evolutivo caracterizado por importantes cambios en las relaciones interpersonales.Por un lado se amplía las relaciones que hasta ahora eran fundamentalmente familiares o escolares y se expone a un amplio abanico de nuevas situaciones sociales (fiestas, bares, establecimientos comerciales, etc.), donde se relaciona con nuevas  personas.

Por otro lado, esta  independencia de los adultos comporta la intensificación de las relaciones con compañeros del mismo sexo  y así como del  inicio de las relaciones románticas con el otro sexo. Las relaciones con los amigos desempeñan un papel crítico en el desarrollo de habilidades sociales y de sentimientos de competencia personal, que son fundamentales para el funcionamiento apropiado en la adultez.

Estos cambio que se producen de forma rápida con  el consiguiente riesgo de aparición de dificultades y malestar,  que explican  la ansiedad y los miedos sociales típicos de la edad. 

Algunos problemas como la presión de sus compañeros, las expectativas académicas y los cuerpos que cambian pueden ocasionar muchos altibajos en los adolescentes. Sin embargo, para algunos adolescentes, estar deprimido es mucho más que solo sentimientos temporales, la depresión en adolescentes es un problema de salud mental grave que provoca un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades.

¿Qué puede provocar una depresión?

Hay situaciones que aumentan el riesgo de depresión, como son:

  • Conflictos, sobre todo cuando ocurren de forma sucesiva.
  • Muerte o enfermedades físicas y mentales de familiares o personas próximas.
  • Enfrentamientos con los padres, divorcios conflictivos, maltrato.
  • Problemas en el entorno social y académico: fracaso escolar, acoso y ciberacoso, rupturas sentimentales, aislamiento.
  • Situaciones de necesidad económica.
  • Enfermedades físicas que produzcan discapacidades, y otras enfermedades mentales (ansiedad, fobias, trastornos alimentarios, adicciones a drogas…).


Las causas que pueden llevar a la depresión no siempre están claras estas situaciones pueden ser desencadenantes pero no tienen por qué  provocarla siempre. Y hay veces en las que no se identifica ninguna. Sea por el motivo que fuere, en la depresión, situaciones difíciles que antes se soportaban, ahora se vuelven insufribles.

Síntomas

Los signos y síntomas de depresión en los adolescentes incluyen un cambio en la actitud y el comportamiento previos del adolescente que pueden provocar angustia y dificultades importantes en la escuela o el hogar, en actividades sociales o en otros aspectos de la vida.

Mientras todos estamos expuestos a la “tristeza”, la depresión clínica es una condición médica grave que requiere tratamiento inmediato.

Los síntomas de depresión pueden variar en su gravedad, pero los cambios en las emociones y el comportamiento del adolescente pueden incluir los siguientes ejemplos.

Señales de alerta” de problemas de salud mental a las que deben estar atentos los padres:

  • Dormir excesivamente, mucho más que por el cansancio usual, que puede indicar depresión o abuso de sustancias; dificultad para dormir, insomnio y otros trastornos del sueño
  • Pérdida de autoestima
  • Abandono o pérdida de interés en los pasatiempos favoritos
  • Bajo e inesperado cambio en el rendimiento académico
  •  Pérdida de peso y apetito, que puede indicar un trastorno alimentario
  • Cambios bruscos de personalidad, como agresividad y exceso de enojo que no sean parte del carácter y podrían indicar problemas psicológicos, de fármacos o sexuales.

Los cambios emocionales serían:

Debes prestar atención a los cambios emocionales, tales como:

  • Sentimientos de tristeza, los cuales pueden incluir episodios de llanto sin razón aparente
  • Frustración o sentimientos de ira, incluso por asuntos menores
  • Sentimientos de desesperanza o vacío
  • Estado de ánimo irritable o molesto
  • Pérdida del interés o del placer en las actividades cotidiana.
  • Pérdida de interés en familiares y amigos o estar en conflicto con ellos
  • Autoestima baja
  • Sentimientos de falta de valoración de sí mismo o culpa
  •  Fijación en fallas pasadas o autoinculpación o autocrítica excesiva
  •  Sensibilidad extrema al rechazo o al fracaso, y excesiva necesidad de aprobación
  •  Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
  • Sensación continua de que la vida y el futuro son sombríos y desalentadores
  • Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio

Hay que intentar mantener una comunicación constante, abierta y honesta, no sólo deben saber que pueden hablarle sobre cualquier tema, sino que también el adulto debe comprometerse a abordar temas de inquietud abiertamente. Hablar acerca de sus propias experiencias y temores cuando era adolescente. Hacerles saber que no están solos y que sus ansiedades no son únicas.

Puede resultar difícil notar la diferencia entre los altibajos en el estado de ánimo que simplemente forman parte de la vida de los jóvenes y la depresión adolescente. Habla con tu hijo adolescente. Intenta determinar si tu hijo es capaz de manejar sentimientos difíciles o si la vida le parece abrumadora.

Cuándo consultar al médico
Ante la duda siempre es mejor una consulta con un médico o profesional de salud mental capacitado para trabajar con adolescentes. Un buen inicio sería consultar con el médico de cabecera o el pediatra del niño en función de la edad. Es probable que los síntomas de depresión no mejoren por sí solos y pueden empeorar o provocar otros problemas si no se los trata. Los adolescentes deprimidos pueden estar en riesgo de suicidio, incluso si los signos y síntomas no parecen graves,el  tratamiento profesional suele ser la  psicoterapia  

¿Qué es la psicoterapia?
La psicoterapia (a veces llamada "terapia de diálogo") es un término para las técnicas de tratamiento que pueden ayudar  a identificar y controlar emociones, pensamientos y comportamiento problemáticos. La psicoterapia puede llevarse a cabo en una reunión personal con un profesional de la salud mental siendo recomendable el tratamiento cognitivo conductual , así como el profesional correspondiente estimará en caso necesario la aplicación conjunta farmacológica. 

BIBLIOGRAFIA WEBGRAFIA

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